El avance acelerado de las tecnologías, con su multiplicidad de espacios de interacción y lenguajes, nos invita a pensar que ya no podemos elegir si usamos o no la tecnologías. Estamos atravesados por ellas, en todos los ámbitos (social, comercial, académico, etc). Y no siempre estamos preparados para desenvolvernos eficientemente en estos espacios. Nos faltan, muchas veces, conocimientos para saber utilizar los distintos dispositivos y la multiplicidad de herramientas y espacios que existen. Pero, además, no tenemos toda la experiencia para comunicarnos de manera efectiva y eficaz. Por eso, hace ya algunos años, los expertos vienen señalando la necesidad de replantear el concepto de alfabetización, basado principalmente en la enseñanza de la lectoescritura (producción y comprensión de textos escritos lineales). Es fundamental incorporar también nuevas alfabetizaciones como son la alfabetización audiovisual, la alfabetización digital, alfabetización informacional. Es decir, es necesario incorporar todo el universo que las tecnologías nos abren,pero no solo abordando el conocimiento operativo, sino fomentando el desarrollo de estrategias de producción y comprensión de diversos lenguajes y, al mismo tiempo, una conciencia crítica respecto del uso que hacemos de ellas, de modo tal que nuestros estudiantes se transformen en ciudadanos digitales responsables, respetuosos de los otros y de la diversidad.
Por lo tanto, a la hora de pensar cómo incorporar la multialfabetización en la escuela, es necesario reformular no solo el curriculum escolar, sino también las concepciones y prácticas de alfabetización que se proponen en las aulas, de modo tal que el estudiante no reciba una serie de distintas alfabetizaciones aisladas unas de otras, sino como un planteamiento global e integrado de las mismas. Y para esto, el abordaje debe considerar el trabajo con la dimensión instrumental (uso operativo de las tecnologías) junto con la dimensión cognitiva (buscar y seleccionar información, analizar y comprender, sintetizar, reelaborar, etc.). Por último, también debe considerar la dimensión comunicativa, es decir, el desarrollo de un conjunto de habilidades relacionadas con la creación de textos de naturaleza diversa (hipertextuales, audiovisuales, icónicos, tridimensionales, etc.), con la posibilidad de difundirlos a través de diversos medios –sean impresos, o a través de Internet–, comprendiendo las exigencias de cada medio y de cada tipo textual según el contexto comunicativo.
Por último, es clave desarrollar todas estas competencias junto con un conjunto de valores éticos, que garantice la interacción y la colaboración entre personas de distintas partes del mundo, basada en el respeto, la aceptación de la diversidad y la inclusión democrática. Es decir, el objetivo es fomentar el desarrollo de ciudadanos digitales.
Claves para multialfabetizar: