Nuevos métodos, nuevas aulas: el método del aula invertida

En el actual escenario educativo, atravesado por la difusión de nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje apoyados en el uso de TIC, aparecen variadas aproximaciones tecno-educativas entre las que se encuentra el modelo de aula invertida. El método del aula invertida es una alternativa en la que los elementos de la clase, el rol del profesor y las tareas tradicionales de un curso, como su nombre lo indica, cambian. Así, a los estudiantes se les presentan los materiales (por ejemplo, textos, videos, podcasts) antes de la clase y por fuera del espacio presencial, que pasa a utilizarse para el trabajo en pequeños grupos y los ejercicios de aprendizaje activo. Esta estrategia se destaca por el fomento del pensamiento crítico orientado a la resolución de problemas, con métodos interactivos de trabajo colaborativo y enfocados en el desarrollo de proyectos. A la vez, promueve el aprendizaje a cargo del propio estudiante, la responsabilidad, el uso de las nuevas tecnologías, la función del docente como auxiliar o guía y la optimización del tiempo. 

Para atender a los diferentes tipos de aprendizaje de los múltiples estudiantes de un grupo, el uso de plataformas educativas multimedia es un instrumento que permite al estudiante elegir el mejor método y espacio para adquirir el conocimiento a su propio ritmo. Las plataformas educativas son softwares tecnológicos que proporcionan espacios de trabajo compartidos para facilitar el intercambio de contenidos e información, incorporan herramientas de comunicación (chats, correos, foros de debate, videoconferencias, blogs, etc.) y, en muchos casos, cuentan con un gran repositorio de materiales digitales de aprendizaje así como con herramientas propias para la generación de recursos. Las principales ventajas del uso de plataformas educativas son:

  • Optimizar tiempo tanto de alumnos como de profesores pues mientras que los primeros pueden encontrar fácilmente todos los contenidos de la asignatura de forma ordenada y estructurada, los segundos pueden concentrarse en desarrollar oportunidades de aprendizaje innovadoras empleando todos los recursos disponibles en Internet 
  • Lograr mayor participación de los alumnos ya que sus dudas son solucionadas online y los grupos de trabajo se convierten en una fuente de colaboración dinámica entre profesores y alumnos 
  • Permitir el trabajo en grupo extendido en el tiempo, frente al tiempo limitado con el que se cuenta en una clase presencial 

Así, el aula se convierte en un entorno más centrado en el estudiante, quienes disponen de su espacio fuera del aula en el cual aprenden y refuerzan lo aprendido gracias a la plataforma educativa. De este modo, se va produciendo un cambio dentro de la escuela, con estudiantes más activos y más protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.

Por eso, adoptar una plataforma virtual dentro de la escuela es una excelente idea.  Y no es necesario invertir mucho dinero en tener una plataforma institucional. Podemos recomendar algunas que son gratuitas y que son muy buenas como Google Classroom y Edmodo. Por un lado, Google Classroom permite agilizar las tareas, impulsar la colaboración y fomentar la comunicación. En ella, los educadores pueden crear clases, asignar tareas, enviar comentarios y ver toda la información en un único lugar. Además, Classroom se integra a la perfección con otras herramientas de Google como Documentos de Google y Drive. Por otro lado, Edmodo permite crear un espacio virtual de comunicación entre alumnos y profesores, en el que se puede compartir mensajes, archivos y enlaces, calendarios de trabajo así como proponer tareas y actividades y gestionarlas. Ambas plataformas son gratuitas y privadas, lo que significa que la información sólo es accesible para los que ingresan con su nombre de usuario y contraseña, es decir, el alumnado y el profesorado registrado, conservando la seguridad y confiabilidad del espacio.