Prácticas educativas innovadoras: el aprendizaje basado en proyectos

La permanente e imparable evolución de las tecnologías es posiblemente uno de los factores más influyentes en el proceso de incorporación de las TIC en las aulas.Frente a los desafíos que el nuevo mundo le plantea y planteará a los actuales estudiantes, las instituciones educativas y sus formadores debemos llevar a cabo prácticas educativas innovadoras que preparen a nuestros alumnos para el mundo real en el que van a vivir y se van a desarrollar.Una de las maneras de trabajar para prepararlos para los nuevos retos es a través del aprendizaje basado en proyectos, una metodología que les permite a los alumnos adquirir los conocimientos y las competencias claves del siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real. Los alumnos se convierten en los protagonistas de su propio proceso de aprendizaje y desarrollan su autonomía y responsabilidad, siendo los encargados de planificar, estructurar el trabajo y elaborar el producto para resolver la problemática planteada. El trabajo del docente se centra, entonces, en acompañarlos y guiarlos a lo largo del proceso. Para materializar un aprendizaje basado en proyectos se deben llevar a cabo diferentes etapas:

  1. Selección del tema y planteo del eje o problemática principal, eligiendo un tema ligado a la realidad de los alumnos que los motive a aprender.
  2. Formación de equipos lo más diversos posibles, para que cada alumno encuentre en su individualidad algo que aportar a la totalidad grupal.
  3. Definición del producto a realizar o del reto final a cumplir en función de las competencias que se quieran desarrollar.
  4. Planificación de los alumnos de un plan de trabajo que los motive a comunicarse y organizarse, definiendo qué herramientas proporcionadas por las TIC utilizarán y con qué objetivo.
  5. Investigación por parte de los alumnos para que busquen, contrasten y analicen la información que necesitan para realizar el trabajo con la orientación del docente.
  6. Análisis y síntesis, en donde los alumnos pongan en común la información recopilada, comparten sus ideas, debaten y elaboren sus conclusiones.
  7. Elaboración del producto, aplicando lo aprendido para dar una posible respuesta a la problemática principal.
  8. Presentación del producto, donde los alumnos expongan y expliquen a sus compañeros lo que han aprendido y den las razones de su respuesta.
  9. Elaboración de una respuesta colectiva a la problemática inicial, fomentando el debate para llegar a un consenso y poniendo a prueba los contenidos aprendidos.
  10. Evaluación y autoevaluación, donde se tengan en cuenta los puntos fuertes y débiles del proceso (y no únicamente el resultado), desarrollando la reflexión y la autocrítica acerca del propio trabajo.

Así, mediante proyectos que incorporen la tecnología y prácticas innovadoras en las
aulas será que los estudiantes harán un uso más efectivo y consciente de las TIC, utilizándolas para ejecutar tareas de investigación, escritura y resolución de problemáticas que mejoren sus habilidades y los preparen para afrontar desafíos con los que se encontrarán en su realidad, alentándolos a construir nuevos conocimientos a partir de un sistema de colaboración enriquecedor para sus trayectorias académicas y vitales.