Sociedad y tecnología: la vida en las ciudades inteligentes

Muchas ciudades del mundo han cambiado hábitos de la vida cotidiana por la incorporación de la tecnología en sus sistemas. Las llamadas “ciudades inteligentes” son aquellas que utilizan la tecnología como una herramienta fundamental para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, creando bienestar y crecimiento sostenible y sabiendo utilizar los recursos eficientemente. Así, el pilar de toda smart city debe ser la fuerte interconexión entre las innovaciones en las áreas de energía, transporte y tecnologías de información y comunicación. Si bien cada ciudad precisa sus propias políticas y sus propios desarrollos de acuerdo con sus problemas y sus desafíos, todas las ciudades inteligentes usan tecnologías avanzadas, entre otras cosas, para crear sistemas más eficientes de transporte y comunicación, iluminación pública y uso responsable de los servicios, garantizando así mayor seguridad, mejor gestión de residuos y uso de recursos naturales y mayor efectividad en la comunicación y en el intercambio de información entre los ciudadanos y entre ellos y la administración pública. En este tipo de espacios urbanos los ciudadanos piensan también de manera creativa y son más capaces de absorber en sus actividades las innovaciones técnicas y tecnológicas.

Algunos ejemplos de ciudades inteligentes en nuestro continente son Buenos Aires, Medellín, México DF, Curitiba y Sao Paulo, pero es a nivel mundial donde encontramos las ciudades líderes modelos. En primer lugar, Tokyo es la ciudad que mejor situada está en el ranking de 2013, con el primer puesto en capital humano y gestión pública, seguida por Londres, que mantiene niveles altos en casi todas las dimensiones y se destaca especialmente en proyección internacional y tecnología. En tercer y cuarto lugar se encuentran Nueva York, una de las ciudades más importantes en cuanto a capital humano y economía del mundo, y Zúrich, que tiene altos niveles en las dimensiones de medioambiente y movilidad y transporte. En esos mismos campos se destaca París, que se ubica en el quinto puesto. Así, estas ciudades han implementado un modelo de ciudad sustentable que aprovecha las tecnologías de la información y las comunicaciones para mejorar, manteniendo, al mismo tiempo, un compromiso con el medioambiente y la sustentabilidad.

Existe, por lo tanto, la posibilidad de crear plataformas que propicien una mayor transformación digital del Estado, dándole lugar a una estrategia que ponga a la tecnología al servicio de la gestión como una gran herramienta de transparencia y posibilidad de acción y participación ciudadana. Así, con una visión unificada y estudiada de las necesidades de la ciudadanía, se pueden generar proyectos tecnológicos innovadores, sustentables y rentables que ayuden al desarrollo económico, social, cultural y político de las sociedades.